Carmen Romeo: «Para mí, fiestas eran solo las de El Frago»

Oooooh, San Tabardillo ha llegado… Qué pena pero ¡cómo hemos disfrutado estas fiestas! Intensas, emocionantes, calurosas, bailongas… Ha habido de todo y poco a poco vamos a ir repasándolas para no perder el buen sabor de boca tan pronto. Comenzamos con el pregón de fiestas, el primer momento de orgullo fragolino. Y es que Carmen Romeo nos puso los pelos de punta con las palabras que la pregonera nos dedicó para empezar las fiestas. A continuación, el pregón completo: ¡disfutadlo!

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Queridos fragolinos y todos los que nos acompañáis en las fiestas ¡Buenas noches!

En primer lugar quiero dar las gracias a la junta de La Fragolina. A estos jóvenes que han pensando en mí para dar el pregón. Es un gran honor ser pregonera de las fiestas de mi pueblo. también a los que me estáis escuchando, porque, sin vosotros, las fiestas no serían posibles.

Me produce gran emoción hablar desde este balcón, tan simbólico para los fragolinos. Antiguamente era la ventana de la escuela de las niñas, mi escuela hasta los 13 años. Desde aquella ventana, don Bruno y doña Angelita, los maestros de nuestros padres, pronunciaron el discurso de inauguración de este edificio y dieron comienzo a los festejos populares para celebrar tan digno acontecimiento.

Yo me pregunto, y quizá alguno de vosotros también. ¿Por qué estoy aquí? Pues, muy bien no lo sé.

Supongo que es porque en algunos de mis trabajos he rendido un homenaje a El Frago. Por lo menos, así lo sentía yo cuando escribía la historia de nuestras escuelas, o los relatos sobre “las fragolinas de nuestros ayeres”. Y, en todas mis actuaciones, llevo El Frago por bandera.

Siempre que me acerco a temas de nuestro pueblo, busco aquellas historias que me ayuden a entender mejor la identidad fragolina. Pretendo sacar del olvido algunas de las raíces que me pertenecen y que os pertenecen. Conocer y dar a conocer algunas parcelas de esa historia que nos une.

Pero, sobre todo, yo creo que estoy aquí, porque, entre esas historias, he sacado a la luz una especialmente emocionante: la construcción a vecinal de este edificio desde el que estoy hablando. Los fragolinos que esta noche estamos reunidos en esta plaza somos nietos o bisnietos de aquellos hombres y mujeres que escribieron una de las páginas más hermosas en la historia de El Frago. Nuestros abuelos aunaron sus esfuerzos para que sus hijos recibieran una educación digna

Estas escuelas se construyeron en un momento en que más de 5.000 pueblos de España recibieron ayuda del Estado. Pero, a El Frago le negaron la subvención. Y el Ayuntamiento, como era pobre, no podía realizar las obras.El milagro fue que se reunieron todos los vecinos y decidieron construirlas a vecinal. En las obras trabajaron todas las casas del pueblo, sin excepción. Y todos empeñaron sus menguados ahorros. Así que estas paredes son de todos: son vuestras y son mías.

Los grupos escolares que recibieron subvenciones en esa época llevan el nombre de Miguel Primo de Rivera. Pero a las de El Frago, como fueron fruto de un esfuerzo colectivo y no hubo ningún mecenas que las protegiera, las llamaron “Escuelas de El Frago”, así, a secas.

Ahora, centrándome en estas fiestas, como todos sabéis, son un complemento de las patronales, en honor a la Virgen del Rosario.

Como anécdota os diré que el día 10 de noviembre de 1907, siendo alcalde Hermenegildo Beamonte Oruj, el bisabuelo de casa el Piquero, y, a petición de muchos vecinos, se trasladaron las fiestas al día de San Nicolás, que, según ellos, era el verdadero patrón, o patrón titular, del pueblo-

Pero la Virgen del Rosario reclamó sus festejos y el cambio duró pocos años. El tiempo ha ido dando a cada cual lo suyo. A la Virgen del Rosario, las fiestas de octubre. A san Nicolás, la fiesta de los niños de la escuela, como había sido siempre. Y a la Fragolina, las fiestas de agosto.

Hasta los 11 años El Frago fue mi medida del mundo. Con 11 años recién cumplidos fui por primera vez a Zaragoza, a examinarme libre de ingreso de bachillerato, y al cruzar el Ebro, como también os ha pasado a otros fragolinos, exclamé: “¡Qué arbada más grande!”

A los 13 años, viví por primera vez las Fiestas del Pilar. Yo no podía entender cómo la gente llamaba fiestas a unas ceremonias que a mí me resultaban aburridas. Para mí, fiestas eran sólo las de El Frago. Unas fiestas con dos sesiones de baile en la plaza. Y, por supuesto, con un entablao montado por los mozos para que tocaran los músicos de Loarre. Con la llegada de la maquinaria agrícola, el entablao se sustituyó por un tractor.

Hoy sigo sintiendo lo mismo. Y seguiré sintiendo como mías las fiestas de El Frago mientras los mozos monten el entablao y bailemos todos juntos en la plaza.

Brindo por vosotros, por todos los que hacéis posible que la historia y los ritos de El Frago continúen. También quiero brindar por nuestros antepasados. Porque, gracias a ellos, El Frago es un pueblo especial.

Que comience el baile en la plaza, para que podamos seguir celebrando las fiestas todos unidos. Que es una manera muy bella de seguir haciendo pueblo

Vivan El Frago y sus fiestas

Vivan los fragolinos y los que nos acompañáis en estos días.

Buenas noches y felices fiestas.

Carmen Romeo: «Nacer en El Frago es una de las experiencias más alucinantes»

Entre lo salvaje y la cultura: así se crió Carmen Romeo en El Frago, en un tiempo en el que no había televisión y, aparte de aprender mucho gracias a sus padres que eran los maestros, las horas se ocupaban en jugar por las calles y parajes del pueblo o en leer, la gran pasión de la catedrática desde niña. Lo cuenta Carmen en una entrevista en profundidad sobre su trayectoria vital concedida al programa Aragoneses de ZTV:

De El Frago a Zaragoza o a Teruel. Siempre con el «gusanillo» de la lengua y la literatura acompañándola, hasta que terminó enseñándola a los jóvenes del Instituto Goya. «Los alumnos se entusiasman por aquello que entusiasma al profesor: yo la literatura la vivía y la enseñanza ha sido la pasión de mi vida», y cuenta Carmen que por eso nunca tuvo que poner orden en un aula.

«Después de jubilada tenía una deuda con El Frago y con las escuelas de El Frago». A partir de este planteamiento –junto a la presencia de la figura de sus padres, los maestros de El Frago; que fueron instruidos por aquellos otros dos maestros tan conocidos ya para todos los fragolinos: Don Bruno y Doña Angelita– nace «De las escuelas de El Frago», el libro que Carmen Romeo presentó el 24 de enero de este mismo año. Un libro que nos tiene a todos los fragolinos conquistados y entusiasmados porque la labor documental de la autora contribuye a forjar la identidad y la historia de nuestro pequeño gran pueblo.

La emotiva presentación de «De las escuelas de El Frago»

«Una conferencia de cincuenta minutos me ha crecido hasta un libro de 316 páginas», decía Carmen Romeo sobre el proceso de creación de «De las escuelas de El Frago» en la presentación del libro que tuvo lugar el 24 de enero en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de El Frago. 316 páginas de un completísimo libro sobre cómo un pueblo se unió para edificar unas escuelas que dieran la educación que querían para sus hijos.

«Este libro pretende ser un homenaje a El Frago y a las gentes fragolinas. Pretende sacar del olvido unas hermosas raíces que os pertenecen y que me pertenecen. En estas páginas os recuerdo una parcela de nuestro pasado, una parte de esa historia que nos une. Espero que las historias que os cuento nos ayuden a entender mejor nuestra identidad«, explicaba la autora.

Si quieres volver a estar en la presentación, nosotros te llevamos gracias al vídeo producido y editado por María José Romeo:

 

A la presentación de «De las escuelas de El Frago» no podían faltar los descendientes de Don Bruno y Doña Angelita. Desde Andalucía hasta El Frago acudieron nietos, sobrinos y otras generaciones que comparten sangre con esos maestros que propiciaron la cultura y educación de tantos fragolinos. Podéis ver el testimonio en primera persona de Carlos Telmo, nieto de nuestros queridos maestros y periodista, que en su blog hace un estupendo resumen de su «Escapada a El Frago», con fotografías y todo lujo de detalles.

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«Quiero acabar mi intervención con las palabras con que Don Bruno y Doña Angelita cerraban el acto de la inauguración de las escuelas» –finalizaba Carmen–:

Fragolinos, ¡abajo la ignorancia!

¡Guerra a la incultura!

¡Viva El Frago!

Pero el verdadero broche de oro de la presentación lo puso Inés con la emotiva jota que cantó a capella ante el auditorio:

Gracias, por estos buenos recuerdos.

Te queremos dar las gracias

Porque cuentas en tu libro

Cosicas de nuestra infancia.

Cosicas de nuestra infancia;

Por estos buenos recuerdos.

Carmen Romeo gana el VII Concurso Helvéticas con un relato sobre las mujeres de El Frago

Siempre que salía de su casa, Petra se sacaba las manos de los bolsillos para acariciar los sillares de las casas y arrastraba las alpargatas para sentir mejor el empedrado en las plantas de los pies. Deambulaba por las calles con la cabeza baja y los ojos entornados, sintiendo que su cuerpo, como las casas, era una prolongación de la roca en la que se asentaba el pueblo. A sus diez años nunca había salido de allí, ni podía imaginarse un lugar diferente de aquel.

IMG_4134Así comienza De la roca nacida, un relato de Carmen Romeo Pemán que, el día 2 de octubre de 2014, recibió el premio del VII Concurso de Relatos Helvéticas «Tu país de las mujeres», un concurso nacional que anualmente convoca esta escuela de escritoras.

Se trata de un texto ambientado en nuestro pueblo y dedicado «a las fragolinas mis ayeres», según explica la propia Carmen. Petra, cuyo nombre significa piedra, roca o peñasco, es la voz  todas las fragolinas del pasado y del presente. Manuela de Ferrerito, otro personaje de ficción, encarna a las fragolinas fuertes y luchadoras, con los pies en el suelo. Gregoria de Michela (1887-1968), siempre con la rueca y el huso, perpetuó una tradición que casi murió con ella. Estas mujeres fueron fruto de la dureza de la tierra y no fue casualidad que nacieran y vivieran en El Frago.

Podéis leer el relato entero aquí.

¿Quiénes fueron «Los maestros de nuestros padres»?

Nos remontamos hasta 1929, a un pueblo lleno de vida y de niños que, cada mañana, se levantaban para ir al colegio en un Fosal muy distinto al que conocemos ahora. La puerta del Ayuntamiento era la clase de los niños y la del Chiringuito, la de las niñas. Cuesta trabajo imaginarse a medio centenar de estudiantes entrar con sus mochilas por estas puertas, pero así fue hasta hace no tantos años.

Edificio escolar, 1929Si os gustaría saber más o recordar cómo fueron aquellos tiempos, os invitamos a uniros a un viaje en el tiempo, mediante la conferencia «Los maestros de nuestros padres» que dará Carmen Romeo este fin de semana. La cita tendrá lugar este sábado 9 de noviembre en la Biblioteca, a las 19 horas.

A través de esta charla, pretendemos recuperar la memoria de los maestros-escritores que en su momento dejaron una profunda huella en El Frago. Fueron los maestros de todos los fragolinos y fragolinas nacidos entre 1906 y 1926. Consiguieron un nuevo edificio escolar, inaugurado el 1 de noviembre de 1928; lucharon para erradicar el analfabetismo del pueblo; elevaron el nivel cultural de sus alumnos y estimularon a muchos de ellos a salir a estudiar fuera. Además, nos dejaron una significativa obra literaria.

Para entender mejor su significado en la trayectoria educativa del pueblo, acompañamos el estudio de estos maestros con unos apéndices en los que hemos recogido a todos los maestros y maestras de El Frago desde la fundación de la escuela. Es decir, unos apéndices que nos hablan de “Los maestros de nuestros abuelos”, de “Los maestros de nuestros padres”, de “Nuestros maestros y maestras” de las escuelas unitarias y de “Nuestras maestras”, las que continuaron la labor en la escuela mixta hasta que se cerraron las puertas de las aulas.

niños 1929Y próximamente… Ricardo Vila nos ilustrará sobre la Fauna del pasado dentro del ciclo de conferencias «La Historia que nos une». ¡Seguiremos informando!