El gallo que San Nicolás coronaba en su canción, este sábado pasado fue un poco diferente de lo que nos tiene acostumbrados la tradición… Pero eso sí, no daba nada de mal ni intentaba escaparse, ni hacía ruidos ni asustaba a nadie. Y es que a falta de gallo, buenas son las manualidades…Dicen que a quien lleva el palo, le toca la lotería. No sabemos si con este gallo también valen la profecía y la buena suerte, pero por si acaso vamos a confiar en ello.
Así que con el gallo preparado, comenzó la procesión, con sus cánticos y todo. La escasez de voces masculinas hizo que las mujeres tuvieran que poner su tono más grave para ayudar a canar el himno a San Nicolás, y luego desplegaban sus mejores artes para honrar a Santa Lucía.
Nos olvidamos de los focos, y el vídeo queda un poco más oscuro de lo que nos habría gustado… pero os podéis hacer a la idea:
También hay fotorreportaje de algunos de los momentos que nuesto gallo de plástico y cartulina protagonizó:
Tocaba templar el cuerpo después de dejarnos la voz, y de ello se encargaron los fantásticos chefs fragolinos que nos prepararon las judías y el pollo, tan ricos que resucitarían a los mismísimos santos… Así disfrutamos de la cena popular en el salón social:
Os podréis imaginar que, con semejante cena, la digestión no se hacía en media horita… Hicieron falta café, copa, reposo, y en cuanto nos sentimos un poco ligeros… ¡a bailar!
El Grupo Valkiria nos ayudó a conseguir una noche redonda, pues con ellos siempre hay carcajadas en buen ambiente. Y eso que el Chiringuito no estaba especialmente lleno, pero cuando se está entre amigos, poca cosa hace falta… Fijaos si dio de sí la noche que hasta hubo #mannequinchallenge y ¡BINGOOO! con unas azafatas atractivas donde las haya…
En fin… Quién pudiera tener la dicha que tiene el gallo…